Ángel Ciego 13. Namek nivel dios

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Izbet46
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Ángel Ciego 13. Namek nivel dios

Mensaje por Izbet46 » Sab Abr 18, 2020 12:18 pm

En el Planeta Sagrado del Kaio Shin del universo 7 (mejor conocido como Shin por sus amigos), estaban reunidos otros de sus compañeros con él y su esposa Lilith; una de las visitas era de baja estatura con un peinado recogido, su ropa era de color rojo con mangas verdes, cinta azul y pantalones negros, aretes verdes, se llamaba Kai. El otro era de piel color pastel, tenía un mechón que le salía de su cabeza y una gran barba blanca, sus ropas eran de color amarillo naranja, mientras que el externo era de un azul marino con líneas rojas, sus aros amarillo, de nombre Perú.
— Esto es muy grave, he sentido un segundo ki poderoso de mi universo que hace poco desapareció — dijo el del Universo 2.
— ¿Por qué no informaste antes? — le preguntó Kai.
— Investigué, pero no encontré nada la primera vez, por eso no avise — respondió el hombre mayor.
— Eso se une a la desaparición de un par de habitantes muy fuertes de mi universo — meditó en voz baja la mujer Kaio.
— En el mío igual pasó lo mismo hace poco con un par de individuos, un namek y una mujer llamada Yaniana — comentó Perú.
— En mi universo también uno de los que ya no está es de esa raza, de nombre Piccolo, y una muchacha llamada Eterna — explicó la del Universo 11.
Kaio Shin y Lilith, que hasta ese momento se habían mantenido en silencio, intercambiaron miradas, nerviosos.
— Nosotros también conocemos a un Piccolo que es namek, en este universo
— ¿Y saben dónde están ahora? — consultó la ser suprema.
— Sí, en el infierno, voy a conversar con él a ver si tiene alguna idea de que puede estar pasando.
— Te acompaño — lo siguió Lilith, dejando a las dos visitas con el anciano Kaio Shin.
Cuando llegaron al averno encontraron al matrimonio entrenando, suspiraron aliviados.
— Amigos — gritó Shin saludándolos con la mano, tranquilo al verlos bien.
En ese momento un namek con un ki oscuro, cuya expresión no indicaba nada bueno, apareció al lado de Piccolo y la mujer del mechón blanco.
— Cuidado — alcanzó a avisarles la pelirroja, pero ya fue tarde.
Los habitantes del infierno no alcanzaron a hacer nada, fueron aprisionados en una especie de caja transparente. Lilith trató de paralizar al intruso con su técnica especial, pero fue inútil.
— ¿Trataste de hacer algo? jajaja — se burló el recién llegado.
La pareja atrapada comenzó a lanzar ataques, pero no funcionaron, se unieron la pelirroja y su esposo desde fuera, pero el resultado fue el mismo.
— Que idiotas, esto nadie puede romperlo, yo demoré 10 años en lograr encontrar la forma de salir de una así, y eso que fui quien la creo — rió el ser de alma negra.
— ¿Quién eres? — preguntó Kaio Shin nervioso.
— Soy Scargo, si me disculpan — su tono se volvió irónico — debo irme, tengo poco tiempo para reunir la mayor cantidad de energía, y así convertirme en el ser más poderoso de todos los universos.
Desapareció llevándose a sus prisioneros, dejando a los otros agotados y sin saber que hacer.
— Volvamos con los demás — apremió Shin.
— ¿Qué pasó? — preguntó Kai al verlos aparecer en ese estado.
— Cuando llegamos estaban bien, pero no pudimos evitar que se los llevarán, tratamos de detener al secuestrador, es un poderoso namek que dijo llamarse Scargo, que quiere absorber poder para ser el más fuerte de los universos — les explicó Shin.
— Piensa absorber a todos lo de mi universo que son los más fuertes de todos — se asustó Perú.
— Guarda silencio — dijo la Kaio — el peligro es para todos, sé que él quiso asimilar a todos los de su raza de mi universo, pero el nuevo Gran Patriarca de ellos lo detuvo. Scargo puede absorber la energía de cualquier ser vivo para incrementar la suya hasta matarlo, pensé que había quedado atrapado en las celdas de dimensión — al ver la cara de pregunta de todos explicó — él creo una técnica para poder entrar un pedazo de un universo en otro, es una jaula que nadie puede destruir, solo él puede crearlas, pero no podía salir, hace años que había quedado atrapado en una. Veo que aprendió a salir de ellas, su condición de guerrero y del Clan Dragón se lo permite.
— Debemos detenerlo, pero si vamos puede quitarnos nuestros poderes también — meditó Perú.
— Podría pedirle a Yun, el hijo de la pareja de mi universo que nos ayude, es muy fuerte e inteligente — sugirió Shin.
— Esto no es algo que pueda hacer uno nada más — dijo Kai.
— ¿Las otras parejas tienen hijos? — preguntó Lilith.
— Sí — respondieron los otros Kaios.
— Entonces creo que ellos podrían ayudarnos, son medio namek e hijos de Piccolo, deben tener mucha fuerza y su astucia.
— Esta bien, los reuniremos, espero que tengan razón, esto es muy peligroso, todos los universos están en peligro.
Los Kaio Shin fueron por los jóvenes a sus universos.
En el universo 2 un joven de 1.80 cms, de piel verde muy claro, uñas largas, colmillos y orejas puntiagudas, de cabello café y ojos negros estaba meditando, hacía unas horas que había vuelto de su viaje a Namek, en casa no encontró a su madre, como todavía no era tarde, y no le aviso que llegaría ese día no estaba preocupado.
Le daría una gran sorpresa cuando lo viera, ambos se querían mucho, al otro día planeaba ir a ver a su padre. Recordó que a los 5 años recién lo conoció, antes había vivido solo con su mamá, quien solo le dijo que su padre era un gran guerrero. Cuando lo conoció, Piccolo trató de entrenarlo, pero enseguida se dio cuenta que su hijo pertenecía al Clan del Dragón, al final solo fue lo más básico para luchar lo que le enseñó. Eso desánimo al joven, porque lo que más deseaba era la aprobación de su padre y que se sintiera orgulloso de él, como luchador.
En eso se le apareció enfrente una Kaio, de mirada seria.
— ¿Quién eres? — preguntó el muchacho poniéndose de pie.
— No hay tiempo ¿Eres Bioru, el hijo de Piccolo y Yaniana?
— Sí ¿Qué pasa con mis padres? — ahora que los buscó se dio cuenta que no podía sentir el ki de ninguno de ellos.
— Te contaremos, ven — la mujer lo tomó del hombro y se teletransportó donde estaba el anciano Kaio Shin.
En el universo 12, en la Tierra, se encontraba un medio namek, físicamente era como los de la raza de su padre, pero sus ojos eran color aguamarina como su madre, frente a él, que estaba concentrado buscando el ki de sus padres, apareció un viejo, por su aspecto y la energía el joven estuvo seguro que era un Ser Supremo.
— ¿Eres Toshi, el hijo de Piccolo y Eterna? — preguntó rápidamente Perú.
— Sí, algo les pasó ¿Verdad? De ayer que no vuelven a casa, y no puedo sentirlos.
— Vamos, te explicaremos cuando todos estén juntos.
Se teletransportaron también al Planeta Sagrado del universo 7.
Yun estaba con su familia, disfrutando de la casa en la playa, cuando Kaio Shin y Lilith aparecieron bastante nerviosos y agitados.
— ¿Qué les ocurre? — preguntó Yun al ver llegar a la pareja de esa manera.
— Tienes que venir pronto, en mi planeta te explicaremos — dijo el ser supremo apurado.
— Bet — llamó a su esposa.
— Tranquilo, estaremos bien — se despidió de beso de él.
— Cuida a mamá y hacele caso en todo — le pidió a su hijo.
El pequeño, con la cara muy seria, se despidió de su padre afirmado de la mano de su madre.
Cuando llegaron al Planeta Sagrado encontraron al anciano Kaio Shin y a los otros dos jóvenes, a los otros Kaio Shin se los llevó Daishinkan, Zeno Sama quería verlos.
— ¿Por qué los mandó llamar? — se desentendió del asunto, lo otro era más importante — que bueno que ya están los tres — puntualizó Shin.
— ¿Qué pasa? — consultó Bioru.
— Verán, ustedes son hijos de Piccolo y debemos contarles que....
— ¡¡QUE!!... de mi padre... somos hermanos... — se mostró asombrado Yun, mirando a los demás.
— Exactamente sería medios hermanos — aclaró el joven de ojos aguamarina, con los brazos cruzados, muy serio.
— Espera, mejor yo sigo, los estás confundiendo — la pelirroja se dirigió a los reunidos — todos son hijos de Piccolo, pero de distintas dimensiones y con diferentes mujeres.
Los tres se miraron con desconfianza, era tan raro todo lo que estaba pasando.
— Para que nos trajeron, dijeron que era muy importante — preguntó preocupado Bioru.
— Sus padres fueron secuestrados — los tres miraron fijamente a la mujer — los otros Kaios de sus universos — se dirige a los dos jóvenes desconocidos — nos avisaron que algo pasaba, al parecer alguien entró y robo energía de guerreros poderosos hasta matarlos, y se llevó un par de personas, cuando atamos cabos nos dimos cuenta que en ambos casos el varón era un tal Piccolo, namek. Lo siento Yun, intentamos ayudar a tus padres, pero el enemigo era muy fuerte. El ki del secuestrado casi no se siente, lo ocultó, pero cuando se llevó a Izbet se descuidó, sentimos que llegó a donde suponemos los tienen, es una especie de encrucijada entre dimensiones, usa jaulas multidimensionales para retenerlos.
— Vamos entonces, entre todos podemos rescatarlos — dijo Yun.
— Hay que pensar bien las cosas antes de actuar — le rebatió el hijo de Eterna.
— No debemos esperar... a todo esto ¿Cómo te llamas?
— Toshi, mi madre se llama Eterna.
— Yo Bioru, la mía es Yaniana.
— Un gusto, soy Yun, mi madre es Izbet.
"Que extraño, mi madre tiene un joyero, me dijo que se lo regalo una amiga llamada así, que gran coincidencia — pensó Toshi".
— Bien, ahora que ya nos presentamos vamos a salvarlos — insistió Yun.
— Yo no iré, si mi padre no ha podido escapar, como nosotros podremos hacer algo, hay que hacer un buen plan primero.
— Somos tres para enfrentar a quien sea, más Kaio Shin y Lilith. No me quedaré de brazos cruzados ¿Quién me acompaña?
— Yo — Bioru se puso a su lado.
— Toshi tiene razón, debemos averiguar más y recién pensar como contraatacar — medió Shin.
— Yo estoy con Yun — Lilith se paró al lado de los dos muchachos, se sentía culpable por no haber podido salvar a Piccolo e Izbet, por eso quería rescatarlos lo antes posible.
— Es peligroso, tú misma viste su fuerza.
— No te pido que me lleves, puedo hacerlo sola.
— No lo harás — se acercó para tomarla de la mano.
— Intenta detenernos — los tres desaparecieron.
Shin iba a seguirlos, pero Toshi lo detuvo.
— No debes seguirlos.
— Pero...
— Si no vuelven seremos los únicos para ayudar a todos.
Muy a su pesar el joven dios entendió que tenía razón, espero que su esposa volviera sana y salva.
Cuando el trío llegó al lugar se encontró que era muy extraño, los pisos y las paredes parecían estar formadas por colores que se mezclaban y separaban a cada segundo, en un sector habían jaulas cuadradas, transparentes, allí estaban las parejas secuestradas.
— Mamá — gritaron los dos jóvenes al mismo tiempo.
— ¿Qué haces acá? ¿Cómo te atreviste a traerlos? — le dijo la medio demonio molesta a la pelirroja — huyan, Scargo volverá pronto.
— Los sacaremos — Yun usó el infierno, pero el lugar ni se movía con sus golpes, no le hizo ni un rasguño a las paredes.
— Ayúdame con tu poder Bioru, prometo que luego rescataremos a tus padres.
— Es que yo no soy luchador.
— ¡¡¡QUE!!! ¿Entonces tienes poderes especiales?
— Exacto, veré que puedo hacer.
El joven del Clan Dragón odiaba no haber nacido como guerrero, sentía que su padre sería más expresivo con él si fuera luchador. Se acercó para analizar cómo se creó la prisión donde estaba su padre, esté estaba de brazos cruzados, solo le dijo una palabra.
— Vete.
En ese momento apareció el secuestrador, el namek de aura oscura.
— A ver, que tenemos aquí — miró a los cautivos y vio cierto parecido con los intrusos — los niños tratan de lograr lo que no pudieron los padres, creo que es momento de ajustar las cosas — la celda de Yaniana empezó a achicarse, el joven mago logró evitar que siguieran deslizándose las paredes y que su madre quedará aplastada, pero quedó agotado — veo que lograste entender mi técnica, pero no tienes la fuerza suficiente para controlarla, éstas a mucha distancia de mi poder, soy la combinación perfecta entre un guerrero y un mago.
— Dejalos maldito — gritó furioso Yun — ¿Qué quieres con ellos?
— Debo ser más fuerte que todos en los universos, para poder lograr mi objetivo.
— ¿Qué les harás? — preguntó Lilith nerviosa, se dio cuenta que entre los tres no lograrían nada, también había supuesto que Bioru era un luchador.
— Los asimilaré — apuntó a los Piccolos — su fuerza e inteligencia será mía jajaja.
— Eres un maldito — Yun lo atacó, pero su enemigo paró todos sus ataques sin problemas.
— Son unos idiotas, estoy absorbiendo la energía de los seres más fuertes de todos los universos, para luego poder asimilar a sus padres, y que ellos no tomen control de mí. Creo que sería interesante poder tener a sus hijos primero, así todo queda en familia.
Se acercó para tocarlos, pero Lilith los tomó y desaparecieron.
— No importa, por ahora los dejaré que crean que se salvaron, pronto los tendré a todos, y seré el ser más fuerte de los universos.
— ¿Y para qué quieres eso, demonio? — preguntó el padre de Toshi.
— Para poder estar con mi amor, hay un "dragón" muy poderoso que lo custodia, yo lo liberaré de la Torre donde lo tienen, pero debo ser muy fuerte para eso jajaja como en los cuentos — su voz sonó muy inocente.
— Estás loco de remate — le replicó el Piccolo del universo de Yaniana.
— Cállate, sino tu mujer pagará las consecuencias.
— Ella no es mi mujer — dijo molesto — solo fue un error de una noche, en la que ni siquiera disfrute, lo único bueno que me dejó esa equivocación fue un hijo, al que solo conocí hasta después de 5 años por casualidad, ella siempre me lo oculto, es manipuladora y mentirosa, si quieres destruirla no me interesa — les dio la espalda a todos.
La mujer de quien hablaba lo miró sin asombro ni rencor, sabía cómo era él, por algo tenían un hijo en común. Era verdad que nunca le dijo que estaba embarazada, pero fue porque al principio quería abortar, entonces pensó para que contarle si la situación pronto se resolvería.
Mientras Yaniana veía como "deshacerse del problema" el tiempo pasó, el feto creció mucho, unos meses después sufrió una complicación por no cuidarse. Increíblemente el pequeño nació vivo, pero era muy prematuro, tanto, que en cualquier momento podría morir, recién entonces ella se dio cuenta cuanto lo amaba, rompiendo su orgullo fue en busca de Dende y éste lo salvó. Le costó, pero le hizo prometer no decir nada a nadie. Lo siguiente que la mujer hizo fue alejarse de los lugares donde normalmente estaba Piccolo, ya que al tener a su hijo en sus brazos decidió criarlo sola, sabía que no necesitaba a ninguna persona a su lado para eso, los siguientes años los vivieron madre e hijo felices, solos, hasta que, a pesar de sus precauciones, un día el namek llegó donde ella estaba, cuando él vio al niño a su lado, se dio cuenta de inmediato quien era su progenitor, él.
De vuelta en el planeta sagrado, el trío llegó agotado, sin haber podido rescatar a los secuestrados.
— Para que pregunto cómo les fue — dijo Toshi todavía de brazos cruzados.
— Al menos nosotros intentamos rescatar a nuestros padres — lo encaró molesto Yun.
— Solo lograron desgastarse y poner a su secuestrador sobre aviso de que queremos rescatarlos, mejor es pensar bien un plan, que tenga al menos una posibilidad de triunfo.
— No creas que todo fue una perdida — replicó Bioru — por un segundo pude manejar las jaulas dimensionales, pero no tengo el poder necesario para abrirlas, debería concentrar el de uno o dos guerreros namek para eso — explicó molesto.
El hijo de Yaniana estaba frustrado, siempre quiso que su padre lo hubiera entrenado para ser un gran luchador como él, pero Piccolo enseguida vio que sus habilidades eran las del Clan Dragón, por eso le enseño solo lo básico de lucha, y a la edad adecuada lo llevó con el Gran Patriarca para que lo entrenará, y así pudiera desarrollar sus poderes sin el peligro que la maldad tomará su corazón, lo que afortunadamente ocurrió, el medio namek era un ser claro
— Si los tres fueran uno serían el ser perfecto para derrotar a ese tipo de corazón oscuro, estoy seguro, pero no por medio de la asimilación, deben saber manejar sus poderes y habilidades, no hay tiempo para aprender — meditó en voz alta el anciano Kaio Shin.
— Y si usamos los aros potara, dos veces, así tendrán los conocimientos necesarios — propuso el joven dios.
— Solo se pueden usar para una pareja, y en este caso son tres — le explicó su honorable antepasado.
— ¿Cómo es eso?
— O sea si yo quiero unirme a otro ser no puedo, porque ya hay uno más en mi, sino imagina que ser podría desarrollarse ¿Qué acaso no has estudiado nada? — terminó gritando enojado el anciano, para relajarse fue a pedirle algo de tomar a Kibito.
— La verdad no me acordaba — se excusó Shin, que puso la mano atrás de la cabeza, y sonrió algo avergonzado.
— Entonces no se puede hacer nada — susurró Yun, perdidas las esperanzas.
— ¿Cuánto tiempo dura esa unión? — preguntó Toshi.
— Es permanente — respondió el dios.
Los tres medio namek se miraron complicados.
— Eso es solo si al menos uno de ellos son Kaio Shin, sino dura una hora — rectificó seria Lilith.
— Tienes razón, cuando me fusione con Kibito fue permanente porque yo soy un Kaio.
— ¿En serio se fusionaron? — Lilith se imaginó a su esposo con los rasgos faciales de su ayudante. Movió la cabeza fuerte como diciendo no, con una gotita de sudor en la cabeza — que bueno que se separaron ¿Cómo pudieron hacerlo? Que yo recuerde no hay forma de deshacer esa unión.
— Fuimos a Namek y le pedimos a las esferas del dragón de allí que volviéramos a ser dos.
— Pero somos tres... y si nos unimos los guerreros solamente — propuso Yun.
— Para deshacer esas prisiones necesitan manejar la magia como yo, y si me uno solo con uno de ustedes no tendré la suficiente energía, esa técnica demanda mucho ki — dijo Biora
— Qué complicado, si solo fuéramos dos sería fácil — meditó Toshi.
— Esperen, tengo una solución, mi padre me enseñó a hacer la fusión — Yun se acordó de esa técnica.
— ¿Qué es eso? — preguntó curioso el hijo de Yaniana.
— Dos seres que tienen una altura y nivel de ki parecido hacen unos pasos y se unen en un solo cuerpo, sirve para aumentar la energía, pero solo dura 30 minutos.
— Si lo hiciéramos y luego nos ponemos los aros potara — meditó en voz alta el joven de ojos aguamarina — ¿La unión por aretes tiene alguna restricciones como la fusión?
— No, no es necesario que los individuos sean iguales en tamaño o poderes — respondió Shin.
El hijo de Izbet les mostró los pasos, los otros dos jóvenes quedaron con cara de estupor, y vergüenza.
— ¿Cómo tienes el valor de hacer eso en público? — le reclamó sonrojado Bioru.
— Sé que uno se ve ridículo — también estaba rojo, se acordó la primera vez que su padre le enseñó los pasos, se sintió igual que los otros jóvenes — pero es la única forma ¿Quién se unirá conmigo?
— YO — respondió Toshi — tenemos estaturas y niveles de Ki parecidos, además somos de la raza guerrera.
— Debes hacerlo como que nos viéramos en un espejo ¿Entiendes?
— Sí.
Intentaron hacerlo varias veces, pero sin llegar a tocar sus dedos, para que les corrigieran las posturas, luego que estaban seguros, lo completaron y quedaron perfectos, el ser era como Toshi, pero con cabello, sin antenas y sin las placas rosadas, conservó los ojos aguamarina.
Rápidamente el ser se puso un arete potara y Bioru se colocó el otro, pero no pasó nada.
— ¿Qué ocurre? — se preguntó extrañado Shin.
En eso llegó el anciano.
— No recuerdan que les dije que solo puede ser entre dos seres normales, uno de ustedes ya está fusionado con otro, por eso no funcionó, no hay forma de obviar las leyes de los aretes — volvió a explicarles el hombre mayor.
— ¿Y por qué no lo dijo antes? — la voz del ser era como si los dos guerreros medio namek hablaran a la vez — así no hubiéramos hecho ese ridículo baile.
— Yo no estaba aquí, además se los dije antes, acaso lo olvidaron, además, soy un venerable anciano, ténganme RESPETO.
Todos quedaron sin saber que más hacer, hasta que Kaio Shin tomó de la mano a Lillith.
— Vamos, tengo una idea, acompáñame.
— Oigan tórtolos — les dijo su antepasado — esto es importante, no es el momento para que se vayan a lo oscurito.
— No diga eso — rebatió sonrojado Shin — no tengo tiempo de explicarles ahora, debemos ganar tiempo, ya volvemos, tranquilos muchachos, todo irá bien.
Ya cuando faltaban 5 minutos para que terminara la fusión por danza volvió el matrimonio.
— Hay que esperar que vuelvan a ser dos, luego harán los pasos de la fusión, y después podrán usar los aretes potara.
— Pero no se puede, ya lo intentaron, recuerdas — le rebatió fastidiado el anciano, parece que no me escuchan pensó.
— Fuimos al Planeta Namek — explicó Shin — el Gran Patriarca nos facilitó las esferas del dragón, pedimos que el ser creado de la unión de Toshi y Yun, pueda fusionarse por una vez por medio de los aretes potara con Bioru.
— ¿Resultará? — preguntó no muy convencido el hijo de Eterna.
— El Dragón dijo que el deseo estaba concedido — respondió Lilith.
— ¿Y por qué no pidieron quitarle todo su poder a Scargo? — consultó el mismo joven de recién.
— Porque tiene un límite en lo que puede cumplirte, si lo que se desea está fuera de su poder no lo hará, como en este caso, ese tipo tiene muchísima más energía que el dragón — explicó Lilith — a todo esto, el nuevo Patriarca de la aldea donde fuimos te mando saludos — le dijo la pelirroja a Yun.
— ¿Cómo se llama?
— Jattyta
— Mi hermano — dijo contento el primogénito de Izbet.
Todos lo miraron asombrados.
— Sólo le digo así, porque es un gran amigo — aclaró Yun.
— Ya pensaba que al final seríamos en realidad cuatro los hijos de Piccolo — indicó en voz alta Toshi, que era lo que todos pensaban.
Luego de separarse esperaron cinco minutos, esperanzados que por mientras sus padres todavía estuvieran bien.
Al crearse de nuevo el ser, se pusieron los aretes, imitado por Bioru, y por fin se logró la unión.
— Recuerden que solo tienen una hora — les indicó el anciano.
Al hablar la voz del nuevo ente sonaba rara, como que dos hombres hablaran a la vez, pero no era parecida a ninguno de los jóvenes guerreros, era más como la de adultos.
— Con eso es más que suficiente — rió con suficiencia, tomó la mano de Kaio shin y Lilith para que lo transportará al lugar donde estaban sus padres.
Entretanto Scargo trataba de intimidar a los Piccolos para que se dejaran asimilar, por fin sintió que tenía el poder necesario para que ellos no pudieran tomar control del nuevo ser que se crearía.
— Si no haces lo que te ordene — dijo a la pareja de Eterna — ella morirá.
— Si le haces daño... — empezó a amenazar el hombre verde.
— Que me harás, no puedes salir... jajaja solo me preocupa como obligarte a ti — apuntó al padre de Bioru — fui un tonto por no retener a tu hijo, pero puedo buscarlo y traerlo, para que vuelvan a ser esa gran y feliz familia que son — el otro por un segundo asentó el golpe, Yaniana sabía que la única forma de presionarlo era con el jovencito, era el único ser por el que el hombre se preocupaba, y amaba por sobre todo.
— ¿Y tú? — le dijo al esposo de Izbet — ¿Quieres ver a tu mujer convertida en puré? — y la pared de la prisión donde estaba Izbet empezó a cerrarse, la mujer trato de detenerla, pero no pudo.
— Déjala desgraciado, apenas salga te mataré — siguió atacando las murallas.
El malvado sonrió porque lo que quería era justamente que gastará su energía y así se fuera debilitando.
Cuando Scargo fue a tratar de asimilarse con el más débil de los tres, un ser muy poderoso apareció frente a él con Shin y Lilith, que inmediatamente se alejaron.
— Déjalos salir — ordenó el recién llegado.
— Vaya, que interesante, no había sentido tu ki, eres muy fuerte, déjame darte la mano — trató de tocarlos.
— No somos tan tontos, no dejaremos que nos toques.
El esposo de Izbet se dio cuenta que era una fusión, pero también vio que tenían aros Potaro.
"Que locura hicieron esos niños — se preguntó preocupado".
— Ahora verás — el ente sin nombre se tiró contra el secuestrador.
Le lanzaron Infernos, y varios poderes más, cuando la pelea iba pareja, el fusionado usó el poder de Toshi, e hizo levitar unas estructuras que cayeron sobre Scargo.
— Así que también puedes mover las cosas con la mente, es una buena técnica de ataque, pero solo sirve una vez, ahora que sé lo que puedes hacer no me sorprenderás tan fácil.
— Apúrate, libéralos y deja de jugar con él — gritaron al mismo tiempo Kaio Shin y Lilith.
— No hay prisa — los jóvenes estaban disfrutando mucho de esa lucha, no quería detenerse todavía, total, tenían mucho tiempo para seguir disfrutando de todo el poder que tenían ahora.
Scargo dejó que gastarán energía, para así tratar de asimilarlo, los golpeó y le hizo varios cortes con los escombros que habían en el lugar, para que al cerrar las heridas tuvieran que gastar ki, la pelea iba equiparada a pesar de los intentos del namek oscuro para absorberlo, pero a los 30 minutos los jóvenes empezaron a notar algo extraño.
"La fusión Potara se está terminando... diablos, el deseo era que el ser nacido de la unión de Yun y Toshi se fusionara con Bioru, no tuvimos en cuenta que la fusión de danza solo dura 30 minutos, volveremos a ser tres... debemos abrir las prisiones antes".
Se concentró para esto, por eso no sintió cuando Scargo le lanzó un rayo desde la espalda, por suerte antes logró deshacer una parte de todas las celdas de los adultos. El ser sin nombre quedó en el suelo el recibir el ataque y abrir las celdas le quito mucho ki, el secuestrador quiso tocarlo, pero un fuerte resplandor iluminó todo, e hizo que el ser oscuro tuviera que cubrirse los ojos, al volver todo a la normalidad los tres jóvenes estaban en el suelo. Las madres ya libres corrieron e hicieron un campo de fuerza para protegerlos del malvado.
— ¿Cómo estás hijo? — preguntó Izbet a Yun, mientras con una de sus manos mantenía el campo de fuerza, con la otra le tomó la cara.
— Estoy bien mamá, no te preocupes, solo cansado.
— ¿Y tu hijo? — Eterna miró al suyo de reojo, usaba sus dos manos para mantener la protección.
— También cansado solamente.
Yaniana solo miró a Bioru que asintió con la cabeza para hacerle entender que estaba bien. Luego las tres mujeres se concentraron en evitar que Scargo fuera a dañar a sus "niños", para que la superficie a cuidar fuera menor, Eterna uso su poder mental y acomodó a los jóvenes, que no podían moverse de lo cansado que estaban, lo más cerca posible de ella. Izbet y Yaniana pusieron sus espaldas contra la de la rubia para cubrir todos los ángulos.
— Jajaja ahora si los tengo, están sus mujeres y sus hijos, si no se dejan asimilar los destruiré a todos — para presionarlos lanzó varios ataques al grupo, que a duras penas pudo resistir el trio femenino.
Los tres Piccolos se miraron, el del universo de Yaniana extendió sus brazos, los otros pusieron sus pechos en las palmas de sus manos y se dejaron asimilar, el ser nacido, además de tener ahora su traje blanco, tenía un ki tan poderoso como el de un sayayin nivel dios, además combinaba la inteligencia de los tres namek.
— Esto será mejor, los absorberé a todos juntos de una vez.
— Es más fácil decirlo que hacerlo.
Piccolo subió en el cielo para alejar a Scargo de sus familias, el otro estaba tan absorto en atraparlo que no se dio cuenta del porqué de la maniobra, al menos por ahora.
El maligno le disparó una gran bola de energía que el otro detuvo con sus brazos, se formó una gran humareda, el ser oscuro aprovecho eso y apareció detrás de él, lo golpeó tan fuerte que lo lanzó al suelo, cuando azotó el piso, Scargo trató de cortarlo con sus garras, pero desapareció, así se dio cuenta que era solo una ilusión, el verdadero ser fusionado estaba atrás de él, y lo golpeó con tanta fuerza que la marca que hizo el ser oscuro al tocar el suelo, fue de al menos 10 kilómetros.
— Eres un buen luchador, no hay duda, pero tienes un gran punto débil, o debo decir seis — rió maligno Scargo al levantarse.
Corrió a donde estaban las madres y sus hijos, por suerte Piccolo apareció al lado de las mujeres, protegiéndolas.
— No creas que podrás tocarlos, esto es algo entre nosotros cuatro, si perdemos nos absorbes, sino desaparecerás de este mundo.
Ahora fue el ser fusionado quien comenzó la lucha, pero antes Scargo descargó un terrible zarpazo que por milímetros el otro evitó, luego Piccolo puse su palma dirigida al pecho del creador de ese lugar, y descargo su golpe, que hizo que su contendiente se perdiera en la luz del ataque.
Cuando lo volvieron a ver el ser oscuro estaba por fin cansado, desesperado concentró la mayor parte del poder que quedaba y lo disparó, pero antes que le llegara la bola de energía a su enemigo, el ataque se desvió hacía Kaio Shin y su esposa. Piccolo detuvo el ataque y lo devolvió aumentado por miles con su propia energía, ya con eso Scargo quedó en el piso, moribundo.
— Fuiste más hábil, me confié, pero ahora no podrás seguirme a donde voy — botó sangre de la boca — no lograrás evitar que logre mi objetivo, no importa que este muerto — el ganador se puso a su lado, lo miró con menosprecio y le aplastó la cabeza.
En eso apareció el alma de Scargo, con la aureola en la cabeza, en ese lugar.
— Pero... ¿Qué pasó? Pensé que iría al infierno — miró a todos desconcertado.
— Estamos en un lugar sin tiempo ni dimensión, por eso al morir tu alma sigue aquí — le aclaró Kaio Shin.
— No importa, aunque no logre absorberlos, al menos los detendré — recordó una técnica que uso contra él un tipo de tres ojos del universo 7 al que trato de quitarle su energía, con esa casi lo capturó, pero el namek oscuro logro esquivar el ataque, cuando iba a contraatacar tuvo que huir al sentir la gran energía de un hombre con lentes y una chiquilla que fueron a ayudar a su contrincante — en tu caso quería primero destruir a los tuyos, por eso me distraje — su sonrisa era la de un completo loco — ahora prepárate para quedar atrapado para siempre.
Hizo aparecer un recipiente con forma de frasco, con una tapa al lado.
— MAFUBA — Scargo sonrió seguro de su victoria.
Pero apenas la energía en espiral rozó a Piccolo, éste levantó las manos, sonriendo de lado.
— REVERSIÓN AL MAFUBA.
El otro puso cara de incredulidad, nunca creyó que existiera una técnica así.
Scargo trató de mantenerse en el piso, pero no pudo, termino siendo encerrado en el recipiente, Piccolo corrió y lo tapó. Luego hizo aparecer varios sellos en el frasco de metal, hasta asegurarse que no habría forma que nadie pudieran abrirlo desde dentro. En ese momento una luz iluminó a todos y los tres guerreros namek salieron despedidos del cuerpo que habían compartido, a distintos lugares.
Izbet y Yun corrieron a ver a su Piccolo, por suerte estaba bien, solo agotado, así que le pasaron parte de su energía para ayudarlo. Lo mismo que Eterna y su hijo hicieron con el padre del muchacho.
Bouri fue el único que fue a ver a su padre, Yaniana los miró de lejos, sabía por su Ki que él solo estaba cansado, y estaba segura que no aceptaría que le diera de su energía, por eso no se movió. El hombre verde solo dejo que su hijo le diera algo de su ki, para poder ponerse en pie.
— ¿Estás bien papá? — lo ayudó a levantarse.
— Sí, bien — fue lo único que dijo.
Cuando todos estaban repuestos las dos amigas pudieron por fin saludarse como correspondía.
— Hace tanto que no nos vemos, y nunca mejor dicho — rió feliz Izbet.
— ¿Y cuándo recuperaste la vista? ¿Y esa aureola? — preguntó la rubia.
— A eso... es que estoy muerta.
— ¡¡¡Qué!!!
Se pusieron al día en sus novedades.
— Gracias por tu presente Izbet, el padre de mi amigo Gohan tuvo una enfermedad al corazón muy complicada, y gracias a la venta de las joyas y diamantes que me regalaste se pudo salvar.
— Sabía que te serviría en alguna emergencia.
— Veo que se conocían de hace tiempo — dijo Yaniana luego de escuchar todo lo que conversaron.
— De antes que nacieran nuestros hijos — le contó como Eterna y su Piccolo por un accidente pasaron al universo de Izbet, aunque obviamente no dijo todo (este encuentro se narró en mi obra Eterna conoce a Izbet) — mi niño nació el 10 de octubre — señaló la medio demonio.
— Que curioso el mio igual ¿Y de qué año? — preguntó Eterna, cuando se lo dijo las tres quedan asombradas.
Miraron a Yaniana, para que ella les afirmará lo que supusieron.
— Bouri también nació el mismo día y año.
— O sea que somos madres de trillizos — rió asombrada la del mechón blanco.
Solo las amigas se rieron con la broma.
— Te mandaré más joyas de oro y diamantes, quiero que tengas esa reserva por si pasa algo de nuevo.
— ¿Cómo me los harás llegar? — preguntó Eterna curiosa.
— Me las arreglaré — le cerró el ojo.
En eso un torbellino apareció en el lugar, sorprendiendo a todos, que se pusieron en guardia, de allí apareció Gohan, con ropa de guerrero, bastante preocupado. Miró a todos hasta que fijó su vista en los namek, centró su mirada en el del universo de Yaniana, corrió a sus brazos, el hombre verde lo recibió con naturalidad.
— Por fin lo encuentro, que bueno verlo bien — selló sus palabras con un beso, que fue correspondido apasionadamente.
Decir que todos los presentes, menos Yaniana y su hijo, quedaron sorprendidos sería poco, algunos quedaron con la mandíbula caída, otros con gotitas en sus frentes, el silencio acogió el lugar.
— Lo busque por todos lados cuando no llegó a casa, luego reuní las esferas del dragón, así supe que estaba atrapado, por eso pedí que se hiciera un pasadizo para venir a ayudarlo.
Yaniana se acercó a ellos.
— Hola Gohan.
— Hola, que bueno verte bien, el dragón me dijo también estabas atrapada, junto a otros más — miró a todos sorprendido al notar que estaban libres.
— Podemos volver ahora, el ambiente ya me fastidio — pidió la madre de Bioru — hijo, vamos a casa.
— ¿Volver? ¿No lucharemos contra un enemigo poderoso? — preguntó el medio sayayin mientras se acomodaba el traje de combate. Varias cicatrices se le notaron en la piel.
— Ya lo derrotamos. Eres lento como siempre, niño — dijo Piccolo y se dirigió al portal.
—Su ki es sorprendente — comentaron Yun y Toshi mientras veían al recién aparecido con asombro.
— Así es él, es genial —comentó Bioru con naturalidad.
Yaniana y Gohan se abrazaron por el costado izquierdo y derecho de su Piccolo, respectivamente, y entraron al túnel.
— Fue un gusto haberlos conocido, ojala volviéramos a vernos — se despidió el primogénito de Yaniana.
— ¿Qué tal si vienen a mi universo para nuestro próximo cumpleaños? — propuso el hijo de Izbet.
— Por mí no hay problema ¿Pero cómo llegaremos? — consultó Bioru.
— Tengo una aliada, sé que me ayudará con esto — miró a Lilith.
Kaio Shin, que escuchó todo se tomó la cabeza.
— Esta familia — exclamó complicado.
— Recuerda que por ellos nos conocimos, y nos casamos — le susurró Lilith en el oído y le besó suavemente el cuello.
— Esta bien, los ayudaremos de nuevo — dijo sonrojado.
— ¡Bioru! — llamó su padre.
— Debo irme, nos veremos "hermanos".
Cuando el joven entró al túnel, éste se cerró, en medio estaba Piccolo esperándolo, cuando su hijo llegó a su lado, el namek lo tomó del hombro.
— Estoy orgulloso de ti — dijo el adulto mirándolo fijamente, sonriendo de lado, Bioru se fue a su mundo muy contento al oír eso.
Durante un segundo todo fue silencio en donde estaba el resto de amigos.
— Así que se gasta parejito — dijo riendo el Piccolo del universo de Izbet. Su mujer lo miró muy seria — eh... no me veas así. Yo nunca haría algo así, puedes estar tranquila.
El esposo de Eterna también rió de las ocurrencias de los demás, hasta que fue encarado con una mirada fulminante de parte de la rubia.
— Ninguno de los tres es exactamente igual a los otros, yo no tengo esos gustos — le dijo a su pareja, poniéndose serio casi al instante.
— ¿Pensé que te gustaban las "nuevas experiencias"? — dijo Eterna sonriendo coqueta y maliciosa.
— Jamás — zanjó el asunto su Piccolo y se cruzó de brazos incómodo, mirando al cielo.
Izbet y la rubia se lanzaron una mirada cómplice.
Mientras los dos jóvenes restantes empezaron a despedirse.
— Es muy extraño todo lo que ocurrió, pero me alegra haber venido y haberlos conocido — confesó Yun.
— Yo pienso igual — afirmó Toshi.
— ¿Qué hacemos con Scargo? — preguntó la medio demonio preocupada.
— Se quedará aquí, nunca nadie podrá encontrarlo, y menos liberarlo — dijo el joven dios.
— Será lo mejor — razonó Eterna.
— Los llevaré a ustedes a su universo — el Kaio Shin se dirigió a la rubia.
— Yo iré con Izbet y su familia, primero pasaremos a dejar a Yun, y luego vamos al infierno — sonrió la pelirroja a sus amigos — así podrán ver a su nieto un rato — estaba contenta que todo termino bien.
— Entonces nos vemos de nuevo el 10 de octubre — Toshi les hizo una señal de despedida con la mano y desapareció con sus padres y el joven dios, luego los últimos se fueron.
Desde entonces el lugar inter dimensional con su prisionero eterno, quedó tranquilo y silencioso, para siempre.
FIN

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